Nuestra Historia


En el corazón de la Loma, Durango
En el corazón de Loma, Durango, nuestras nueces crecen en tierras fértiles, regadas con las puras aguas del río Nazas. Este entorno único no solo nutre nuestras nogaleras, sino que también infunde a nuestras nueces un sabor distintivo y una calidad superior que las diferencia de otras en la región.
Mi suegro, un agricultor y maestro dedicado, regularmente vendía la producción en cáscara, pero al probarlas me di cuenta de algo especial: el sabor, el tamaño, y la textura de estas nueces eran excepcionales. Eran tan deliciosas que resultaban adictivas. Fue en ese momento que nació la idea de ofrecer al mundo esta joya de nuestra tierra, ya pelada y lista para disfrutarse.
Hoy, seguimos honrando la tradición familiar, llevando a tu mesa nueces de calidad premium, con el auténtico sabor de la Loma y la riqueza del río Nazas.

Maximo Nuez
Más tarde, cuando nació nuestro hijo Maximo, sentimos que su llegada era la inspiración perfecta para darle un nombre a nuestro producto. Así, decidimos bautizar nuestras nueces como Máximo Nuez, reflejando en cada pieza la dedicación, el amor familiar, y la calidad suprema que queremos compartir con todos nuestros clientes.